El español nos permite formar nuevas palabras combinando palabras raíz y afijos. La raíz o base es la parte inalterable de la palabra y aporta el significado principal. Los afijos son partículas que añaden información de diverso tipo a la raíz, como los llamados prefijos y sufijos. El prefijo se agrega antes de la raíz y el sufijo se agrega después de la raíz. Cuando esto ocurre, las nuevas palabras adoptan un significado particular, por ejemplo:

Se conocen como desinencias o sufijos flexivos a los afijos que, al añadirlos a la raíz, no cambian su categoría gramatical (de artículos, sustantivos, adjetivos, verbos) ni generan palabras nuevas, sólo indican variación en el género y número de las palabras. En los verbos, las desinencias indican el modo y tiempo verbal.

Se denominan sufijos derivativos a los afijos que generan una nueva palabra y que, con frecuencia, cambian la categoría gramatical. Por ejemplo, un adjetivo con un sufijo derivativo puede convertirse en un sustantivo:

Los prefijos, por su parte, pueden unirse a sustantivos, adjetivos o verbos. Cuando un prefijo se agrega a una base, el resultado es una palabra de la misma categoría gramatical: si al verbo "leer" se le agrega el prefijo re-, el resultado sigue siendo un verbo (releer).